Las necesidades formativas de la empresa ¿Insourcing…?
No siempre el “outsourcing” es la mejor opción…
Hace ya más de una veintena de años, en mi periodo de formación universitaria, un reputado catedrático denominaba “vendedores de humo” a los asesores externos. Reconociendo que, incluso el mismo, trabajaba en asesorar a quien no tiene suficientes conocimientos sobre un tema en concreto. Esta misma falta de conocimiento impide, en ocasiones, reconocer si el asesor externo nos resuelve la papeleta. A esto último hay que añadir la extraña manía que tienen algunos directivos de subcontratar su propia responsabilidad, con lo que se duplica el gasto de gestión empresarial.
Yo no tengo ninguna duda de que quien mejor conoce sus debilidades es uno mismo. Por ello siempre he creido que para iniciar un proceso de formación se debe iniciar con una reflexión.
Y, si disponemos de capacidad y conocimiento suficientes, podemos (y debemos) acometer el proceso de formación aclimatandolo a nuestras propias necesidades. Esto no significa que debamos inhibirnos de aprobechar conocimientos foráneos. Pero sí debemoscontrolar la totalidad del sistema formativo de la empresa y, así, poder canalizar ese conocimiento hacia posibles usos posteriores (tanto por parte de la propia empresa como por cualquier otro).
Hoy en día existen multitud de herramientas colaborativas, pero las hay especializadas en poner en común nuestros conocimientos hoy en día se les conoce como E-learning o enseñanza asistida por ordenador.
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